Uruguay
Salí de José Enrique Rodó, Uruguay, en 2016, en bicicleta y con más dudas que certezas. Crucé 15 países hasta llegar al norte de México, donde conocí a Fernanda. Ahí todo cambió. Desde ese momento seguimos juntos, entre pedaleos, fronteras, visas, pausas y desvíos que nos llevaron incluso a otros continentes. Nuestro sueño sigue siendo llegar a Alaska… pero más que un destino, es una forma de vivir.
México
Crecí en Meoqui, Chihuahua, un lugar donde el desierto tiene su propio silencio y el viento aprende a contar historias. Desde chica supe que mi forma de entender el mundo era mirando: observando colores, gestos, cielos, formas… por eso la fotografía siempre fue mi primer viaje.
Antes de salir a recorrer otros países, ya venía recorriéndome por dentro. Tenía mis preguntas, mis miedos, mis heridas. Pero también tenía esa fuerza que uno no aprende en los libros, sino viviendo. El camino me encontró cuando yo también lo estaba buscando. No hablo de kilómetros, sino del movimiento interno: esa sensación de que hay algo más allá de lo conocido. Por eso dije sí a cada viaje, sí a cada frontera, sí a cada pausa que me obligó a mirarme otra vez. Viajé por Sudamérica, por Asia, por Medio Oriente, por Europa… siempre llevando una cámara, una mochila y la certeza de que el mundo cambia cuando una cambia por dentro.
Nosotros
Juntos aprendimos que el viaje no siempre es una carretera: a veces es una conversación, una pausa, un silencio compartido. No somos iguales, y justamente ahí está la magia. Donde uno duda, el otro sostiene. Donde uno mira lejos, el otro mira profundo. Somos distintos, pero nos elegimos en cada paso.
Vivimos en movimiento, pero nuestro centro es el mismo: crear, compartir y contar lo que la vida nos enseña en el camino. Trabajamos como un equipo: uno escribe, el otro observa; uno documenta, el otro siente; y juntos convertimos todo eso en historias, libros, videos y experiencias que buscan tocar algo real en quienes nos siguen.
No buscamos ser perfectos, ni dar lecciones.
Solo caminar juntos, con honestidad, con aprendizaje y con la certeza de que lo mejor del viaje no es el destino… es tener con quién recorrerlo.
